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A, A puesto allí, porque esa es la divina voluntad »... Esto es lo que dice el señor Camporredondo... y otro distinto el tema sobre el que argumenta el padre Urbano. El caso es que Santo Tomás en el mismo queres, seguidamente de las palabras que el padre Urbano triunfalmente acota, dice: secun- do quia corpus gloriosum quod apparet ut vult, post apparitionem cum volucrit disparet... Y como no es necesario que para ello sea in propia specie... supuesto esto, está fuera de lugar todo lo que dice el autor de Estudios críticos. Por lo que respecta a la cita que hace el señor Cam- porredondo y que le parece tan mal al padre Ur- bano, no hay más que abrir el tomo de la Summa en el suplemento tertiae partis, q. LXXXV, artícu- lo 2. Utrum claritas corporis gloriosi possit videri a non glorioso oculo? donde ad tertium dice: cla- ritas corporis gloriosi provenit e merito voluntatis ; et ideo voluntati subditur ut secundum ejus impe- rium videatur vel non videatur et ideo in potestate corporis gloriosi erit ostendere claritatem suam vel ocultare. Convendría igualmente repasar el ar- tículo 3%. Utrum corpus glorificatum, necessario vi- debitur a corpore non glorioso? Y en este punto el pudre Urbano parece olvidar lo que el santo doc- tor enseña; porque hace unos donosos argumen- tos, porque los fenómenos de Limpias son para unos visibles y para otros no; y se complace en hablar de lío de milagros para no ver y de otras