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21M — la visión en unas circunstancias extraordinarias. Nosotros vimos a dicho caballero aterrado y ató- nito sin apenas poder hablar de la impresión re- cibida; de sus labios escuchamos, cuando ya fué mitigándose la emoción, el relato de lo que le pa- sara, y en el último ciclo de la visión vió envol- verse el Oristo en una luminosidad extraña y de- saparecer de la cruz, lo cual hizo que el caballero de referencia cayera de rodillas todo impresiona- do... Demos que nada de esto tenga virtud proba- tiva para nuestro intento; por de pronto no afir- mamos nosotros la presencia fisica de Jesucristo en la cruz ni la admitimos como hecho, pero esto no impide para que demos la posibilidad que se debe a la hipótesis propuesta y en todo easo no podemos acostarnos al parecer extremoso del pa- dre Urbano. No desconocemos el parecer de Escaramelli que dice ser opinión corriente de los padres que a ex- cepción del caso de San Pablo, nunca descendió del Cielo el cuerpo de Jesucristo a no ser en la Eucaristía. Mas, el parecer de Escaramelli y de otros con él no es definitivo ni dogmático. El au- torizado escritor Ribet pone al parecer de Esca- ramelli este comentario: En ce quí concerne les pres cette assertion nous parait fort contestable. En una palabra: que el padre Urbano trata demasiado duramente al señor Camporredondo; que la proposición del señor Camporredondo no