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— 224 veamos la necesidad de defenderla. El asunto se reduce a la cuestión de si Jesucristo descendió alguna vez a la tierra después de su ascensión gloriosa, y cuando los teólogos la debatan ponién- dose de una y otra parte, es porque de una y otra parte hay autoridades de alguna nota. Aquellas palabras paulinas escritas poco des- pués de la Ascensión: Novissime omnium visus est mihi... dan harta base para decir que alguna vez apareció en la tierra después de su ascensión al Cielo. En esta cuestión hay tres hipótesis : a) Una vez subido al Cielo nunca dejó su asiento celestial para aparecer en la tierra; b) Que alguna vez apareció por breve tiempo; e) Que nunca dejó su asiento del Cielo, pero que algunas veces se hizo visible en la tierra per veram et realem pra- sentiam sui corporis existendo simul in duobus lo- cis modo ut ajunt quantitativo et circunseriptivo... Suárez se hace eco de estas tres opiniones o hipótesis, y dice del primer modo de pensar : Non invenio hune dicendi modum expresse traditum ab aliquo doctore catholico, nec mihi videtur posse com- mode defendi... Del segundo modo de sentir dice: Hance doctrinam exprese docet S. Thomas et Cajet, et alii recentiores que sententia probabilis est (Sum. 3, p. q. 48, a. 4, D. 51, sec. 4, a. 4). De la tercera hipótesis añade: Ita sentiunt ex Seholasticis Joan- nes Major (in 4, Dist. 10, q. 4) et idem libenter am- pletimur... (Ds. 51, sec. 4, n. 5).

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