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de la Cruz no da al texto aducido el alcance que tiene en el libro del padre Urbano... San Juan de la Cruz es un místico científico. No es como su compañera Santa Teresa que ha- bla y escribe «de su propia experiencia ». San Juan de la Cruz tomó el «hecho místico» de la teología y lo expuso y lo explanó con método y precisión científicos. El reverendo padre Urbano cita un trozo de este gran místico para decirnos que las «aparicio- nes » es preciso rechazarlas siempre, porque esto es más seguro... Hay que tener en cuenta que todo el escrito de la «Subida al Monte», de donde toma el texto, es una doctrina no para místicos, sino para ascéti- cos... Enla «Subida al Monte» se desarrolla cons- tantemente la vida « purgativa », durante la cual no hay bastante formación de virtudes. San Juan de la Oruz quiso proponer a los principiantes el camino más seguro dada su imperfección forma- tiva o su formación imperfecta ; de ahí que hicie- 'a gran hincapié en lo de evitar los « peligros » de los principiantes. Uno de los «peligros », para su progreso recto y sano, era este de las visiones o apariciones sensibles que, sin verdadera forma- ción de humildad, pueden llevar el alma a varios escollos de vanidad y presunción; para evitar esto «les es» mejor inclinarse a tener por peli- grosas tales apariciones y rechazarlas; esto les e