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— 189 — tras ella no hablase, por muchas razones que nos parecían existir en pro de lo sobrenatural, no se podía decir eso sino suspender el juicio definiti- vo... Era completamente equivocado y calumnioso estampar la frase «que escribíamos para me- ter ruido sin propósito firme de buscar la ver- dad... ». En fin : el libro del padre Urbano es un libro tendencioso... Sin duda cree él que se debe guar- dar la fe evitando la superstición popular, y a ese noble afan obedece su escrito. Sin embargo eso no da derecho a suponer a los que están enfrente en un tan bajo nivel intelectual y con un propósito tan ruin «de hacer ruido» sin deseo ni voluntad de buscarse la verdad... Quien con este temple de re- cio luchador entra en la liza, demuestra poca im- parcialidad de juicio. Nosotros invitamos a cual- quiera a repasar lo que escribimos en contra del libro citado para ver si encuentra ni una simple desconsideración tanto para el religioso como para el escritor. Lo ponemos íntegro como apéndice. Nuestra opinión era que el volumen estaba fue- 'a de oportunidad, fuera de verdad y fuera de imparcialidad. Jreemos un deber nuestro mostrarnos precavi- dos y recelosos, sobre todo los sacerdotes ; pero no desvirtuar los hechos ni orientar en sentido contrario a la verdad que se proyecta hasta aho- ra... Será lo que sea; ello se revelará más tarde,