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— 161 - Compartiendo nosotros las ideas y los senti- mientos de nuestro fervoroso hermano, desde es- tas páginas hacemos un llamamiento entusiasta a todos los sacerdotes, a todos los fieles en favor de esta idea, que, ahora, al calor de los sucesos de Limpias, recibe un tinte de actualidad indiscu- tible... Sí; llevemos a los pueblos al pie de Jesucristo. Nutramos de amantes enamorados la « Compañía de Oristo Agonizante ». No puede ser más pro- picia, y sería ingrato y cobarde desatender su voz... Unamos finalmente la devoción de los «úl- timos viernes » a la de los «jueves eucarísticos », nacidos también en Vigo. Cogidos entre estas dos fuerzas : la Pasión y la Eucaristía, o atraídos por estos dos imanes, la humanidad se regenerará cristianamente. Convirtamos en puntos de atrao- ción la Cruz y el Cenáculo, los dos grandes acu- muladores de fuerzas religiosa y social, puesto que la religión entraña una fuerza social, como la disolución religiosa supone una disolución social. La religión puede sobrevivir a un régimen, pero un régimen no sobrevive a la disolución religiosa ; el caos que atrae sobre sí es la tumba del orden y de la sociedad. Sobre los hombres de mañana pesará terrible inquietud e incertidumbre, si en el momento ac- tual no instauran un movimiento de regenera- ción al pie del Cristo de Limpias. El cristianismo