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— 152 — trocará en un bisturí terrible que raje, corte y se- pare los tejidos... del caso. Sea... No reprobamos el examen; debe anali- zarse empero con justeza y así la disección de los hechos podrá ser aceptable. Ocurre que los racionalistas, cuando se ven atajados por razones, invocan hechos positivos ; no quieren admitir más que hechos, y cuando pre- sentamos hechos y bien probados, los rechazan sin ni siquiera examinarlos. (Quisieran en todo caso que el hecho milagroso se produjera delante de una academia de sabios que lo examinaran. Mas, ¿a quién no se le alcanza que para darse cuenta, v. gr., de que un muerto ha resucitado, basta haber visto el muerto y ver luego el resucitado, sin que haga falta ciencia académica ? Para esto bastan los sentidos sanos... Por otra parte, el hecho del ciego de nacimiento que se relata en el Evangelio, ¿no fué examinado por un tribunal de judios? Los milagros que se escogen para la canonización de los santos ¿no son examinados rigurosamente en todo detalle por teológos, físicos y médicos ? ¿Para juzgar los hechos de Lourdes no hay un tribunal permanente de médicos? Pues para observar los hechos de Limpias todo el pueblo puede formar un tribunal, no hace falta academia ninguna, bastan los ojos, y son tantos los que le han visto !... Pero todos los que han visto, jurado y firmado