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— 128— lagros y obtener que cesen en su ceguedad muchos que no quieren abrir los ojos a la sola luz de la religión... ¿Qué finalidad aparente puede atribuirse al milagro de San Genaro ? Este glorioso campeón de la iglesia murió degollado el año 313 junto a Nápoles. Una mujercita tuvo la ocurrencia devo- ta de recoger un poco de sangre del santo mártir y encerrarla en una redomita de vidrio. La sangre cuajada y dura se deshace y derrite en tres ocasiones del año. Al ponerla delante de la cabeza del santo, se liquida y rebulle la sangre que está cuajada. Eso ocurre en mayo, septiem- bre y diciembre. Es este un hecho público, testi- ficado por hombres de todas las naciones. Hom- bres de ciencia como Ruffini y Tergola, y los in- crédulos químicos, como Luca y Punzo, han estu- diado el caso, declarando incapaz a la químic: para explicar este hecho. El librepensador Luca ocupó mucho tiempo en el diligente estudio del aso de Nápoles y se convenció que era imposible alegar leyes físicas. El químico Pedro Punzo, dis- cípulo de aquél, tomó de nuevo a pechos el escla- recer el asunto y dió al público el resultado de sus indagaciones, el 27 de diciembre de 1888, de- clarando también que, en el estado actual de la ciencia, es imposible resolver este misterioso pro- blema. Muchos han alegado la influencia de la temperatura ambiente sin caer en la cuenta de