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— 106 — pio párroco de Limpias, don Eduardo Miqueli, Su decir es sencillo, natural, nada arrebatado, y sin embargo durante su peroración se observó el prodigio exclamando él: « Cuando habla el Señor 'allar deben sus embajadores... » Se ha dicho que el Cristo, como un hipnotizador, da su dirección a la crisis... Escapatoria de nin- gún fuste; porque siempre tropezamos con que no resulta serlo para todos ni lo fué siempre, fuera de que la hipnosis no se explica en sujetos recalcitrantes, de alma resistente. Si la palabra hipnotizador se toma en el senti- do divino de arrebatador y de entusiasmador, que 'autiva y enajena las almas y los cuerpos, será porque es Dios quien obra de interventor en Limpias. No queremos decir que lo sea por si mismo, personalmente, sino por ordenamiento y voluntad suya por medio de un ángel o de otro medio por él conocido... En todo caso, ante aquellas visiones el alma se ve obligada a rendirse y a creer, y como impulsada a exclamar con Miguel Ángel : Dime ¡oh Dios! si mis ojos realmente la fiel verdad de la belleza miran, o si es que la belleza está en mi mente y mis ojos la ven doquier que miran. Terminemos este punto diciendo que la apa- rición de Cristo milagroso empezó en Limpias