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— 103 — impugnaba los prodigios relatados. Al fin entró en la iglesia... Con fecha del 28 de agosto eseri- bía su testimonio que decía: «Juro que lo he visto por espacio de más de quince minutos ; que no soy factible de sugestión, no lo creo tampoco cuestión de óptica, que soy católico, pero no faná- tico y que antes de venir a Limpias no creía en lo que acabo de ver... » Es decir; que es más difícil casi atribuir los fenómenos a sugestión que dudar de su objeti- vidad... Una de las pruebas en pro de la objetividad es que el fenómeno sea observado por varios o por muchos juntamente. Este caso de la visión colectiva y de muchos por separado, se ha dado en diferentes ocasiones, particularmente durante la peregrinación asturiana del 28 de mayo de 1919. La mayor parte de los peregrinos per- tenecían a familias de las más distinguidas de la buena sociedad asturiana, contándose también personas de clase más modesta. El Diario Mon- tañes, del 30 de julio, al relatar el resultado de aquella peregrinación decía: « Nosotros hemos hablado con muchos peregrinos entre los que se encuentra el ex oficial mayor del ministerio de Gobernación, don Alfredo García Bernardo, go- bernador civil que ha sido de varias provincias. Todos los peregrinos que con nosotros hablaron se manifestaban satisfechísimos, mejor dicho,

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