BCCPAM000R09-1-32000000000000

CHI Ya NG e — 100 — que oyen voces, ete., sin tener realidad nada de eso. En nuestro caso la realidad de la visión existe, aunque en el campo retinal solamente, y en ese campo se forma la imagen milagrosa por acción de Dios y no por causa de neurosis. Indudablemente que puede el demonio inter- venir en semejantes representaciones visuales y pintar en la retina apariciones sorprendentes, Los incubos y los sucubos de la Edad media tenían probablemente este origen, o eran aluci- naciones genitales y por eso fueron castigadas canónicamente. En otra parte hemos estudiado nosotros este caso. Ahora bástenos decir que en el Limpias ni en el Lourdes cabe acción diabólica porque lo contradice la naturaleza y los resulta- dos del suceso. Benedicto XIV nos dió para esto una regla que se admite por todos los represen- tantes de la idea católica: «Cuando de tales visiones nacen conversiones de hombres viciosos y no uno solo sino muchos y dura el fenómeno por algún tiempo, es señal de que proceden de Dios y no del diablo (1). Véamos sus palabras: (Quando vidimus quod ex talibus visionibus conver- tuntur homines vitiosi ad virtutem et religiosam vitam él up hnialo ad bonum et hoc in multis personis diu perseverat tune certissimum signum est quod $ Y E 1 , AN. ) De Sert. Dei béat., libro IM, capítulo 5, número 2. $) -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz