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_— YO — ceda la fuerza o el modo ordinario de la naturale. za... la duración en que los diabólicos luego se descubren, pues duran poco. La utilidad en el provecho que sacan los fieles. El fin en el afian- zamiento de la religión, ete., de que más adelante trataremos. Pero no queremos todavía dejar este punto sin recordar lo que muchos teólogos canonistas dicen de la duración de los falsos milagros : falsa mira- cula non durare ultra dies quadraginta. (Cfr. De sere. Dei beat., lib. IV, cap. IV, part. 1, n* 11)y aunque no demos a esta fijación de días carácter de certeza, ella indica un punto importante para juzgar de los milagros del Cristo de Limpias, que vienen repitiéndose por miles y duran ya más de un año sin interrupción. Objetividad y subjetividad de las visiones. En el número 39 de África social, correspon- diente al mes de septiembre de 1919, el director de Rosas y espinas, doctor en ciencias físicas, P. Luis Urbano, O. P., hizo unas muy apreciables consideraciones sobre «el Cristo que mueve los ojos de Limpias». Lejos de nosotros desvirtuar las consideraciones del erudito religioso, pero la- mentamos el dejo de incredulidad que en todo el escrito se nota, sin que rompa abiertamente con-
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