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A A a == pies. ¿Te fijaste lo que te dijo tu mamá el día que con. fesaste y comulgaste? Nada obligado, pues no dura, Que venga del corazón, por convicciones. Se puede obligar al niño, al mozalbete de 13 años para que se oriente, para que se eduque, para que se acostumbre a lo buero; pero ya un universitario debe ser hombre que discurra y obre por propio impulso. Lo demás es escribir sobre el agua. Puesto que estás elocuente y confidencial, quiero dejar en tus manos mi secreto. Yo fuí a la Facultad inex: perto. No conocía mundo ni nada. Estuve a punto de perder la fe con lo que oí y con lo que leí con afán de saber. Era el primer año de luchas. Era un improvisado, Me atolondré. Estuve al borde de perder todo lo que aprendí en casa. Más; hubo época en que maldije la tira. nía de mis padres en haberme educado con religión. Pero algún ángel me detuvo en la pendiente. Tuve unos amores locos, primerizos, tontos, necios, con una mu- chacha que murió, que no era mala pero que tampoco era buena. Ahora vuelvo a estudiar en otras condiciones, He conocido el “dolor del amor” y “la amargura del mal”. Ves; soy joven y he aprendido la más rica lección del mundo. Aquello me pareció un sueño maravilloso; pero siempre me protegió el escudo de la luz de mi pri- mera formación. Maldecía de ella y ahora la bendigo con todo mi corazón. Sólo ella puede darnos la alegría sana; toda otra alegría se ros llega intoxicada -—Pues toma esta medalla de la Virgen del Carmen: dijo ella, desprendiéndola de una cadenilla de oro- Ojálá que pienses después como ahora piensas. —Pídele a la Virgen que así sea. Déjame que te la ponga yo misma y que cuando