BCCPAM000R09-1-25000000000000

AI A AA Dn, — 162— Tal vez anuncia una galerna. ¡Qué horror! ¡Pobres mari. neros! Las nubes se agrupan ligeramente; en poco tiempo se hizo una gran cerrazón. Un viento fuerte se retuerce allá por el camino de Busturi. Cabalga la nube negra en ancas de aquel viento. Una formidable polvareda se levanta en la carretera y cubre los edificios, haciéndolos invisibles. No se ve ni el convento de Agustinos, ni el de los Carmelitas, que están situados a la vera derecha del camino. De pronto un terrible golpeteo en todas las ha: bitaciones, puertas y ventanas que se cierran con estré- pito. Caen algunos cristales, ramas de árboles que se quie: bran en el huerto vecino. La turbación se ve en todos los ambulantes por las calles; todos se acogen al abrigo de un portal, de una casa. Ahora es un trueno horrísono que parece se descarga encima del techo donde están !as niñas... Cruzan el espacio nuevas centellas, rayos, resplandores siniestros, El remolino fiero, arrollador, impide el paso, arrebata todo... De golpe un ruido seco, un estallido caracte- rístico de la descarga eléctrica en la nube... Empieza a llover... La caída del agua es impetuosa. Se llenan de arroyos calles y acequias... El diluvio, —Marichu, recemos un credo por los pobres marineros... ¡Cuántos naufragarán, tal vez! “Creo en Dios Padre Todopoderoso... Creador del cielo y de la tierra...” IPS DA peana ey => Aa z

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz