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NR pp SN Yo sembré una nació un deseo, floreció un desengaño. mirada, ¡Eso es lo más triste! Pero no me dices nada. Feliz quien siembra si al fin de sus afanes tiene cosecha. Cosecha de tormentos y de agonías. Mamá, ¿quieres que te diga la verdad? La verdad siempre, sobre todo en esta ocasión. Me da ganas de escaparme a la soledad, de huir del mundo para no amar más. Al cabo, ¿acabarás por declararme algo? Te digo todo, todo.. | ¿De quién se trata, pues? Gaudencio miraba pasmado a su madre. ¡Qué inocente eres, mamá! z ¡Ojalá, hijo mío. Al cielo sólo se puede entrar por una de estas dos puertas: la inocencia o la penitencia. Tú entrarás por la primera, yo por la segunda. Digo que eres inocente, porque viviendo ella con nosotros -¡Vamos! ¿Se trata de Angelita? ¿Pues de quién quieres tú que me enamore? De enamorarme había de ser de un ángel. Ya me lo había insinuado tu padre. ¿La quieres mucho, hijo mío? —Como a ti, como a Dios —Poco a poco, hijito; has de empezar siempre por Dios, ¿Hace mucho que sientes pasión por ella?

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