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AS ae TÉR AP pe ¿Cómo está Angelita?—inquirió Gaudencio al rap Me parece que esta tarde piensa venir aquí. Un vuelco de contento le dió a Gaudencio el Orazón, ¡Al fin! Tal vez no podría verme. La casualidad Full haberla llevado fuera de casa cuando yo me asomaba py allá. Pero en seguida objetó: Si ella viene, ¿cómo envía al niño en busca de la qe tera? Oyeme, Marichu, ¿tiene esto explicación? La curiosidad te va a matar. Ten calma Gaudencio enmudeció; pero allá dentro tenía we charla verbosa. -No me explico esto—pensaba—; tampoco me explico que me deje de querer; que sea una sombra de nov Me ha dicho que me amaba y es sincera porque es buen En un alma como la suya no pueden los labios formulk cariños, ni menos decirlos sin querer. Entre otras + estila aprender decir palabras cariñosas sin he ber sentido el amor. Mientras la mujer ordim ria para hacer una conquista aprende a amar, esta extraordinarias aprenden a callar. En las ordinarias é amor y el cariño son como infernales arañas. En esk otras el amor de novia es capullo de felicidad. Con aqu llas, por todos los senderos de la noche vienen los des gaños... Todos sus cariños duelen como llagas. la almas como Angelita llevan la cabeza dorada al y Saben ser perfectamente amables sin prodigarse. Aqu lias otras salvan las situaciones sir darse espiritualmert La cárne mata, el espíritu vivifica. Por la tarde avanzaba Gaudencio por la carretera ql conduce a la aldea querida. Tal vez la encontraré en el camino—se decía.

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