BCCPAM000R09-1-22000000000000
e MA También D'avesue atribuye las propias insignias o dignidades masónicas a esos dos personajes, y cuenta entre los masones a algunos Capitanes del Imperio, que vinieron a subyugar a España, como Kellerman, Caulincourt, Touche, Soult, Lefebre, et- cétera. La masonería, en decir del mismo autor, se extendió como cáncer entre los oficiales del ejército y fundaron logias en los regimientos (1). ¿Podía esto realizarse sin el ejemplo o solidaridad o cono- cimiento, por lo menos, de los Jefes y del Empera- dor? Ya sé yo que Neut y Gyr no convienen con Cassard, pero los hechos dan la razón a éste, más probablemente. Aquella maquiavélica manera de escamotear firma tan augusta; aquella decisión en publicar, a pesar de la protesta del Papa, las órdenes señala- das; aquella pujante actitud de sus esbirros y ser- vidores contra el clero proscrito o encarcelado, daban a entender, bien a las claras, que corría por los espíritus imperialistas un hálito de Satán. Viniendo, pues, a lo que se refiere a nuestro heroico apresado, hemos de consignar, que tan pronto como se hicieron públicos los mandatos del Soberano, el Prefecto de Bolonia, ni corto ni pere- zoso, resolvió dar cumplimiento a la nueva ley... De nuevo fué Gaspar constreñido a firmar o jurar el acatamiento al usurpador, y de nuevo resonó en las salas de la prefectura el non licet, nec possumus- A consecuencia de esta nueva actitud, recibió or- (1) La franc-masonnerie et les Projects Ferry 22me, Edition pág. 20,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz