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E qa aplicación y virtud no unía la de la afabilidad ex- quisita; porque, según el Serafín de Asís, «la corte- sía es hermana de la caridad y de la virtud». Por eso nuestro Gaspar afanábase con delicadeza suma en no disgustar a nadie, y si no faltó quien mofase este modo de ser del fervoroso joven, jamás se dió él por ofendido, ni cometió la falta excusable a su edad, de delatarlo a los profesores y superiores; muy por el contrario, veíasele más expresivo y ob- sequioso con aquellos que más se significaban en la burla contra su persona. Es la única manera, no sólo evangélica, sino heróica de vengarse, con no- bleza, venciéndose para vencer... y haciendo bien al que le hacía mal, ¿0OD000A Y “"Deovoooo?

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