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— 325— material y terrena ordenando para después de muerto «que su cadáver no fuese amortajado por ninguna mujer»... Dejemos aquí este tema excla- mando con las palabras de la Escritura: ¡Oh, qué hermosa es la generación santa, inmortal es su me- moria, conocida de Dios y de los hombres... kx Y entremos a tocar el punto de su humildad, compañera de los castos. A veces permite Dios que se pierda este tesoro de la castidad en castigo del orgullo, para que en la humildad atendamos a po- seer con mayor seguridad el milagro de la castidad, Dicen que la humildad es tan frágil como un blanco lirio de invernadero. Mientras el oro del crepúsculo arde en el horizonte, ella en la hondonada del valle exhala en suaves olores el humilde nardo pisado por la tosca pezuña del ganado... Así es la: virtud del humilde, cuanto más oprimido más celeste... Como el sándalo herido despide su rico perfume peregrino, de la misma guisa el corazón del santo... En Gaspar amaneció muy temprano para la virtud, pero fué custodiada en el relicario de un co- razón humilde, de suerte que nadie ignoraba tanto como él que era un hombre extraordinario, Generalmente, los motivos de vanidad,como ne- gras arañas, suelen tejer un sudario muy sutil para el mérito... La vana estimación se adueña hasta de las almas buenas... Gaspar jamás se vanaglorió de poseer los dones que todos en él admiraban.