BCCPAM000R09-1-22000000000000
— 324— Nada se diga de su horror a libros, imágenes y objetos que llevaran sello de poca honestidad... Escribió varias veces al cardenal Cristaldi para que León XII, que había empezado una campaña con- tra las estatuas desnudas del renacimiento, acabase por derribar de los altares todo emblema, imagen o simbolo no conforme con la pureza y limpidez de los pensamientos. Lo mismo cuidaba de recomen- dar a los padres de familia en sus casas. A este propósito cuenta un testigo, que en las iglesias de su Congregación andaba siempre armado de un pincel para reformar toda profanidad de cuadros- Podrá ser todo esto una nimiedad de un espiritu asustadizo, pero predica a las claras su amor a la virtud sagrada de la castidad. Que es uso corriente admirar al niño.Jesús desnudo en cuadros y retablos de sabor naturalista o pagano, no lo negamos; pero Gaspar argúía contra eso que la Virgen, se- gún reza el Evangelio, al nacer el divino infante lo cubrió con pañales. Como llevaba tan en el corazón el amor a la castidad hablaba de ella con alta y pudorosa elo- cuencia. Mas, en cambio, flagelaba sañuda e impla- cablemente el vicio contrario, poniendo terror en las conciencias. De su conducta en las pláticas y consejos del confesonario, se dice todo cuando se dice que sus penitentes apreciaban en él un candor angelical y afirmaban «que emitía un olor a paraíso»... Cerró tan bellamente como vivió su existencia
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz