BCCPAM000R09-1-22000000000000
— 322— cometido nada voluntariamente contra esta rica virtud pone su remate a esta corona de azucenas con que se vé brillar la frente de nuestro Beato. Le daban el nombre de «ángel en carne» y lo me- recía, que es todavía inmensamente más. ¡Hay tan- tos títulos mal llevados y tantos honrosos calificati- vos sin realidad!... Como dá Dios a ciertas almas el instinto del sacrificio dá á otras el de la castidad... De estas almas era la de Gaspar... Mientras los espíritus fuertes tienen la carne muy débil, los espíritus humildes y los corazones sanos tienen la carne fuerte y la castidad florida bajo el rocío de la gracia y el riego de aquella divina sangre que engendra vírgenes. Por el conjunto de condiciones y la práctica de una elevada pureza, puede decirse de Gaspar que «fué un joven siempre viejo», o «que nunca fué joven», a no ser en la hermosura de su rica alma y en la floración luminosa de su carne casta... Redu- cida esta a la servidumbre del espíritu, era como una azucena cuidada con delicada mano y con vi- gilias continuadas. Era aquella carne siempre buen olor a Cristo, como lo es una azucuna a la amable dueña que la cultiva con amor. No se crea, empero, que tuvo este privilegio sin luchar, porque se equivocaría quien eso pensara, cuando Gaspar era de nacimiento y condición de genio vehemente y ardiente temperamento... Ade- más vivió constantemente en una sementera de pe- ligros por su vida activa y pública; pero supo de
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz