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— ME tación pura y sincera de las enfermedades y acha- ques con que la Providencia nos quiera visitar, Rx Por lo que hace a la suerte futura del admirable Siervo de Dios, tenemos testimonios bien concien- zudos de que pasó de esta vida mortal a la gloria directa y seguidamente. El venerable Palloti consigna en los «Procesos» lo siguiente: «He tenido noticia de que una reli- giosa, al presente ya muerta, en la última noche que vivió el Siervo de Dios, le habia visto con ro- quete y estola salmodiar con sus misioneros y ele- varse hacia el cielo». Al referir la religiosa el hecho a sus compañeras, dijo otra: «Hoy muere el canó- nigo de Búfalo», y así fué... Me han referido tam- bién que otra religiosa de un monasterio fuera de Roma estaba en el coro en el momento que espira- ba el canónigo de Búfalo y que vió salirle al en- cuentro San Francisco Javier», pero el venerable Palloti al hacer esta declaración omitió por humil- dad lo que a él mismo le había ocurrido y que nos- otros, atendiendo menos a su humildad que a la verdad de las cosas vamos a reseñar. En el momento en que Gaspar entregaba a Dios su hermosa existencia estaba presente el venerable Palloti, y éste, sorprendido por algo insólito, miró por un lado de la habitación y levantando al cielo ojos y brazos, exclamó: «¡Oh, alma bendital», y después refirió en confianza a un sacerdote haber