BCCPAM000R09-1-22000000000000

— 221— menoscaba en un ápice el afecto que el Pontífice profesaba al valiente apóstol. Empero al bajar al sepulcro este Papa (1), de gloriosa memoria, la posición de la Obra de Gaspar cambiaba mucho... León XII, que ocupó la Cátedra Sagrada el 28 de Septiembre, era conocido con el nombre de cardenal Anníbal de la Genga, hijo del conde Hilario de la Genga y de María Luisa Peri- berti, nacido el 2 de Agosto de 1760. Muy delicado y enfermo de gravedad en los primeros años de su pontificado, toda Roma atribuyó la inesperada cu- ración del Papa a las oraciones de un santo Obispo que se hizo venir a instancias del mismo Papa de su lejana Silla de Macerata. Era Mons. Strambi tan amigo y protector de Gaspar... (2). Por su parte el Pontífice venía animado de los mejores sentimien- tos para lograr la reforma de sus Estados y parecía que debía acoger con calor la Obra del canónigo del Búfalo, cuyos éxitos eran indudables, aunque las insidias de los enemigos menudeasen. Sin em- bargo disponiéndolo Dios así, León XII dió más oidos que Pío VII a tales insidias, porque tal. vez (1) Pio VII murió después de 23 años, cinco meses y seis días de pon- tificado, tan glorioso como borrascoso, a la edad de 81 años y seis días. Es famoso su reproche al cardenal Bertazzoli, demasiado indiscreto en su celo. «Andate, voi siete veramente un pio secattore». Andad, sois verdade- ramente un devoto moledor, (2) El cardenal Wiseman, en sus «Recuerdos de los cuatro últimos Papas»: León XII, cap. 2, edición de Milán 1859, dice: que Strambi le ase- guró que curaría habiendo él ofrecido al cielo su despreciable vida por una tan preciosa. Y, efectivamente, pareció como si hubiese infundido su vitá= lidad en el lánguido cuerpo del Papa. El murió al día siguiente, 31 de Di- ciembre, y el Pontífice se levantó como si fuera del sepulcro,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz