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e RA A A rn DN AA A > Pi LAIR AE ACTES CIC PR RA RATAS — 200 — obedece a eso el que se encontrara su cuerpo lleno de cardenales, efecto sin duda de los golpes recibi- dos de los espíritus de la maldad. **x* Dirijamos ahora una mirada a los progresos de la naciente Congregración. Sabido es que los dos misioneros que acompañaron al Fundador en la toma de posesión e inauguración de la Casa de Giano, le dejaron luego, demostrándose en esto que pasaba la Congregación por una de las fases más providenciales de una Institución... Ignoramos las causas de aquella determinación de los primeros compañeros, pero la Providencia, favoreció luego al Beato y a la Congregación con nuevos obreros, entre los que contamos a D. Blas Valentini, a quien conoció Gaspar en la Misión de Loreto en 1817. Desde su pueblo llegó Blas a Loreto con objeto de consultar con el apostólico varón. ciertas dudas de conciencia, y le manifestó que de muy atrás re- volvía en su interior el pensamiento de retirarse a una vida religiosa. Gaspar le animó a seguirle con- siderando en ello un caso providencial. El neo-mi- sionero, superando muchas dificultades que le pre- sentaba la familia, dejó clandestinamente su casa y se unió al fervoroso apóstol. Un hecho extraordinario vino a confirmarle en su resolución; porque estando realizando una Mi- sión, recibió el aviso de la grave enfermedad de su madre. Una carta de su hermano le decía que la