BCCPAM000R09-1-22000000000000
NN mi PRE Ñ y 1990 INE ¿18 1idA | ¿ A Ñ A — 196— Precisamente vemos en ello uno de los atisvos más prudentes y espirituales del espiritu de Gaspar. A ese reparo que no dejaron de hacérselo al Beato, contestó: «Los honores al principiar la misión, son de gran provecho para las almas, pues sirven para autorizar el acto y poner de relieve la idea de la Misión que traemos de Jesucristo y por eso los busco. Por el contrario: los honores después de terminada la Misión sólo pueden servir para conten- tar el amor propio de los misioneros, y por eso los rehuso». Bella manera de pensar la realidad de las cosas. En ello se palpa y se ve el espíritu de sabi- duría y prudencia apostólica que gobernaba al Apóstol de la Preciosa Sangre. Sólo así se comprenden aquellas fugas clandes- tinas del Beato cuando acabadas las tareas apostó- licas temía las aclamaciones del público o las visitas de congratulación de personalidades de respeto... No erá que las rehusase si llegaban antes de salir él del punto misionado, pero procuraba ausentarse cuanto antes para evitar esas demostraciones y aun, como queda dicho, el aminoramiento o tal perdi- miento del fruto conseguido. Es, muchas veces, cosa manifiesta, que el efecto producido en una serie de sermones y ceremonias durante las cuales aparece el misionero como en- viado de Dios se echa a perder cuando se nota después la parte humana y defectuosa del mismo... Para evitar estos percances esquivando el bulto y la presencia en horas de felicitación y enhora-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz