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— 19— méritos y de aptitudes... No es esta la menor de las desgracias en el campo católico. En la lucha actual contra el Cristianismo se ha dado cuenta el enemigo de que podía pelear contra los intereses de Cristo con resultados más positivos atacando a la vez el espíritu del misionero y el es- píritu de la Misión. Es decir, la perfección del hom- bre y la virtud de la palabra. Sí, se ha convencido que era trabajo casi perdido una predicación no preparada en la oración... Mientras no se crea obli- gado el misionero a mantener con el cielo unas re- laciones más cordiales e íntimas por medio de la oración, su oratoria será la salva de los cañones en días de gala... Sobre todo, repetimos, en esta época en que el mundo considera como un atentado a sus derechos toda tentativa de mejoramiento moral... No es esto decir que no haga falta una preparación científico-literaria, sino determinar el verdadero punto de vista del misionero señalado en la citada carta del Beato... «Nos encontramos en una época en que necesitamos dedicarnos mucho a la ora- ción»... Mas veían algunos una especie de contradición en el espíritu de nuestro héroe y como una antino- mía de conducta, cuando se acercaba a una Misión y salía de ella, Hemos notado, en efecto, que cuan- do entraba quería ser recibido con pompa y apara- to y cuando terminaba no quería permanecer ni una hora más en los pueblos. ¿Cómo se entendía esa anómala conducta? 14