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IS MLS om A A a o o E > A A 00 0 ia A RE 1 a, MAA — 19— En Mergo otra mujer toda encogida en sus miembros, se hizú llevar al confesonario del Beato para que la bendijese. Hizolo el caritativo apóstol, aconsejándole que se encomendase a San Francis- co Javier, cuya imagen, como de costumbre, estaba ante el público. Obedeció la paciente y quedó curada... En Campoli fué llamado al lecho de un mori- bundo, en cuyo derredor los parientes y allegados lloraban sin consuelo. Enternecido Gaspar, dijo a la madre del enfermo: Confiad en la poderosa in- tercesión de San Francisco Javier, y dándole a be- ber el agua bendita con la reliquia del Santo nava- rro, empezó a mejorar el enfermo y de allí a poco curó perfectamente... Un hecho no menos llamativo y prodigioso es el ocurrido a D. Pascual Aloisi. Mientras el Beato daba ejercicios espirituales en Abatrile, le escuchó dicho señor, y como él también fuese sacerdote, prendado de la labor de Gaspar, se le ofreció por compañero para la obra de las Misiones... Pero aquí estaba la dificultad... No bastaba para ello la voluntad; D. Pascual era ya entrado en años y sufría por contera de achaques de gota... Mas mirando el Beato tan buena voluntad y la falta que hacían misioneros, le cogió del brazo y andando juntos varios pasos, el anciano se sintió libre de la enfer- medad y, ya sano del todo, entró en la Congrega- ción, dedicándose luego a los trabajos apostólicos sin molestia de ningún género.
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