BCCPAM000R09-1-22000000000000
a ta r s E A 4 z t i ll PERAL 2 Mo pa PA ia PR A y ei NS MLSA RA E Dd AA rt UM ALDO de LI PL ca A SA E A ERIN n_n Pe a esencia y embalsamaréis el aire que estais respi- rando. Las noticias de lo que había ocurrido en Tera- mo llegaron a oídos del cardenal Pacca, que estuvo a punto de remover de la Sede al Obispo; mas al quejarse dicho Cardenal de que Gaspar nada le hubiese dicho, contestó éste que su máxima era: sufrir, orar y callar. Admirable programa de santi- dad... En tres palabras compendia no el a, b, c, sino la cumbre de los heroísmos de perfección, Sin duda el eminentísimo cardenal Pacca esta- ba sabedor de lo que podía ocurrir en tales oca- siones, dada la viva inquietud de los espíritus con- movidos por sectas masónicas y carbonarias, con- tra las que se había pronunciado la Iglesia y se pronunciaba ardoroso y pujante el bienaventurado apóstol del Búfalo (1). Por lo demás, aquella tem- pestad no pudo ni desvirtuar el ascendiente de Gas- par entre los buenos, ni obstaculizar la continua- ción de sus correrías por otros lugares. (1) El 13 de Septiembre de 1814 había expedido Pio VII una Bula contra los carbonarios, renovando las constituciones de Clemente XII, y Benito XIV respecto a los masones... Eso concitó más las iras de las logias y ventas... A algún Obispo, como el de Teramo, pudo parecerle que provocar sus iras era un mal para la causa de la Iglesia, mientras que a otros, como el cardenal Pacca; no arredraba eso y despreciaban sus ma- quinaciones atentos a desenmascarar a las sectas secretas.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz