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— 175— le condujo a la Catedral en una manifestación grandiosa... En Spello quejáronsele algunos cofrades de la carencia de cera para alumbrar y de medios para allegarla. El Beato les aconsejó que la tomasen «al consumo». Así lo hicieron. Mas ¡oh prodigio! al terminarse la procesión y devueltas las velas a la vendedora, resultó que en vez de perder de peso, habian ganado quedándose con ganancia los co- frades y admirada del caso la propietaria. - Durante esta Misión enfermó uno de los promo- tores de ella. Gaspar predijo que moriría en el mo- mento de la bendición final, y así aconteció. Uno de los más ruidosos milagros acaecidos en un campo abierto, cerca de Spello, es que estalló de repente una furiosa tormenta que el Beato colmó con virtud de lo alto y aparecieron tres estrellas sobre su cabeza... Aquí recordamos la poética y hermosa frase del Sr. Obispo de Badajoz, en las fiestas centenarias de la fundación del Instituto: «La Omnipotencia divina se prestó en ocasiones a corroborar con hechos prodigiosos la elocuencia de Gaspar, y mientras el Beato del Búfalo acalla con imperio el fragor de la tempestad, manda a las es- trellas del firmamento que formen en torno de su frente magnífica aureola.» (1) (1) Vide el número extraordinario del Bolletino dei Misionarii, 15 de Agosto de 1815-1915. L*elocuenza e el B. Gaspare del Búfalo, pág. 60-75. «Recuerdo de un centenario», pág. 25.

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