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+ MES veré a tirar la red; volveré al trabajo en nombre tuyo... En estas condiciones nunca se desanima el buen operario evangélico; no sólo es obrero de las almas, es también obrero de su misma perfección... «et vita in voluntate ejus» (1). La voluntad de Dios, que es su vida apostólica, le inspira en el trabajo y le consuela en todo evento... Ella le mantiene firme en la palestra... «et non deficiet»... Esto nos trae de la mano a otro asunto que aho- ra debemos señalar y que se refiere a una Asocia- ción de los Apóstoles, que formó también el invicto apóstol de la Preciosa Sangre. ¿Que con qué obje- to? Con el objeto de aprovechar la voluntad de los mejores, como suplemento de la apatía de otros. Aspiraba a estimular las buenas disposiciones de los fervorosos para suplir las deficiencias de los mismos interesados... En esta Asociación de los Apóstoles tomaban parte los sacerdotes más virtuo- sos, a quienes se encargaba la dirección de obras buenas y de las Congregaciones establecidas, par- ticularmente del Oratorio nocturno... Creemos sin- ceramente que esta Asociación era de capital im- portancia, por las consideraciones que acabamos de estampar, sacadas de una experiencia de cerca de veinte años en el apostolado... Preciso es decir que no apostolizan todos los que debieran ser após- toles... Que no se trabaja en la viña del Señor como debe trabajarse, y que muchas Congregaciones no se establecen o no arraigan o mueren a causa de la (1) Sal, 29,

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