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HE y“ A Hi" <= al calor de sus nuevas resoluciones se avivase el deseo de que este pensamiento se concrielase mejor y floreciese con vitalidad más pujante. Sin embargo, aun sabiendo y todo que él era llamado para la fundación de la Congregación de la Preciosa Sangre, o ya porque pensase que podían ser dos pensamientos independientes, o ya por su humildad en el juicio que hacía de su persona, se le veía siempre en un puesto secundario, poniéndose constantemente a las órdenes de Bonanni. Mas en vano. La obra había de completarse en «los Misio- neros dela Preciosa Sangre», y habia de ser de su iniciativa personal y casi exclusiva. Por eso fracasó por completo el plan de la fundación de Toscanella, areciendo con esto que se venía al suelo todo el frayecto, dándose a la dispersión sus iniciadores... legada la hora de Dios, ocupó Gaspar su pues- fe Fundador, aunque con la eficaz colaboración Mns. Cristaldi, Conocedor este eminente personaje de los pen- samientos de Gaspar y de las dificultades que le era preciso superar, como fuese en la Corte de Roma de gran valimiento por su carácter de Teso- rero de la Santa Sede, y más tarde Cardenal, escri- bía al Beato lo siguiente: «Esté V. tranquilo; yo velo para secundar sus santos anhelos, y si Dios todavía no quiere allanar lós caminos, no por eso hemos de desmayar. » Eran estas palabras ondas, de luz y ráfagas de esperanza segura... Era Dios que le ofrecía en Cris-