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E 300 LA PERLA DE LA HABANA Como quiera que cuanto el Padre Yagúe escribe está completamente, gracias a Dios, identificado con lo que puedo escribir y decir a V., le copio su carta, que va Us 1ema ió mee SS en nombre de los dos: j Córdoba, 30 de mayo de 1913. M. 1. Sr. D. Policarpo Barco. Muy estimado D. Policarpo: Su apreciada me ha ido buscando por esos mundos de Dios. Todavía estamos girando la visita, la cual creo termi- naremos en cosa de tres semanas, poco más o menos. No he recibido carta del P. Guernica, pero respecto de los extremos que desea, tanto V. como yo pensamos de la manera que sabe muy bien el P. Guernica. Cuanto hemos hecho y escrito prueba: 1. Que la hemos tenido en elevadísimo concepto de santidad. 2. Que, por lo mis- mo, tiene grandísima importancia su biografía para ma- nifestar las bondades de Dios para con ella, las regala- disimas mercedes que la hizo y sus heroicas virtudes, y 3. Por fin, que creemos llegará la hora, según los di- vinos designios, en que sea muy glorificada su amantí- sima Sor María Ana. Todo esto, como he dicho, se ve muy claro en nuestro proceder. Quiera el Señor abreviar los días..... para su glorifi- cación. Saludos a los sobrinos, a las MM. y a los PP. de Santo Domingo. B. s. m. su afino. $. s., Julián Yagúe. O, M. F. AT Ac

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