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SOR MARÍA ANA DE JESÚS 299 pues su vida es buena, porque es alma de oración, obe= diente, etc., así que espero en Dios y cooperando ella, hará una santa religiosa. Se encomienda a sus oraciones y de toda la Comuni- dad, su siervo en Cristo. Juan Antonio Escudero. ¿Hay una rúbrica.) A. M. D. G. Hará que la dirijo como tres años poco más y menos (*).. A continuación escribe el Sr. Obispo: «Este sacerdote que informa es ejemplar, muy celoso y de mucho fervor. Su testimonio es de mucho peso. El Obispo de la Habana.» (Hay una rúbrica.) DocumeENTo DE Sus DIRECTORES EN EL CONVENTO J. H.S.—A. M. R.—A. M. D. G.—¡Viva Jesús Sa= cramentado, nuestro Amor! Plasencia 1.* de junio de 1913. R. P. Juan de Guernica, Mi muy amado Padre en Jesús y María: He recibido hoy carta del R. P. Julián Yagie, C. M. E., que me apresuro a trascribir a V. para sus nobles y santos idea= les de la biografía de nuestra inolvidable y amantísima Madre Sor María Ana. (1) Con este dato queda rectificado y completado lo que acerca de sus directores del siglo hemos dicho en la página 31 del texto, entendiéndose que este señor, llamado Padre en la Habana, era un sacerdote y no un P. Jesuíta, como se deslizó en el texto.