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298 LA PERLA DE LA HABANA y no sólo estando junto a ella o a su lado, pero aun estan- do yo dis'ahte. Y si hay que decir en la caridad, era alma muy grande y toda de Dios; y lo mismo en todas las virtudes, y nunca he visto otra que las ejercitara con tanta perfección. Puedo asegurarle, que en todo era la esencia de la perfección. > Todo lo dicho, es mi pobre y humilde sentir; y lo que en la presencia de Dios conozco, sintiendo muchísimo mi rudeza y falta de conceptos para expresarme. Sea Dios bendito por todo, y V. R. me perdonará por amor de Dios, y deme su santa bendición y a todas estas sus Her- manas que nunca le olvidamos ante nuestro Amor Sa- <ramentado. Sor María Francisca Cortina, Abadesa (Hay una rúbrica.) TESTIMONIO DEL CONFESOR AL SOLICITAR EL HÁBITO COPIA DE UNA CARTA DEL PADRE ESCUDERO Sello del Corazón de Jesús, y en derredor: «En todas partes sen amado el Corazón de Jesús.» Habana, junio 30-99. M. R. Superiora. En el S. Corazón carísimo: Habiéndome manifestado la Srta. doña Angela Castro que deseaba usted una car- ta de su confesor, lo hago con placer en el Señor, ma= nifestando a usted, que le viene bien el nombre que lleva,