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A ns A e CAN CIA e AAN A AX ART AO APRA ANO AREA e o 0 pi rod Fecal rl ad Y E | p | o 1 1 | pi a 286 LA PERLA DE LA HABANA he obtenido esta gracia. —Plasencia 16 de marzo de: 1909.—Sor María Ursula.» (Hay una rúbrica.) Otra copia exacta de un favor alcanzado de Dios por mediación de Sor María Ana: «El día 1 de febrero de 1911, se confesaron todos nues= tros ancianos para comulgar el día 2, fiesta de Nuestra Señora de las Candelas; el día 3 primer viernes del mes y el día 5 que era domingo..... Yo ignoraba que todos tuviesen que comulgar el do-- mingo y así puse un copón sumamente pequeño, con 200 formas. Comulgaron 76 pobres y 11 hermanitas los días 2 y 3, pero ¡qué sorpresa cuando vi el domingo que todos los asilados se levantaban para ir a recibir al divino Señor! Yo me levanté y dije a mi Superiora: Madre, que: no hay formas, que no vayan los ancianos. Mas, como: mi Superiora estaba sumamente recogida adorando al Rey de los reyes, y no recibí contestación, le dije otra vez: Madre, que no hay formas. Viendo que no me con= testaba ni levantaba la vista siquiera, me arrodillé y dije: Sor Maria Ana, multiplica las formas; que nuestros an= cianos no se priven de este favor. Santísimo Niño cuba= nito, escúcliala. Esto lo repetí varias veces. Yo tenía una completa confianza, pero por otra parte esperaba el fatal momento en que el sacerdote se retiraría por faltarle el Pan de los ángeles. Yo no quería mirar hacia el Altar,. de pena; por otra parte, la vista se me iba hacia el copón. Por fin, el sacerdote terminó la comunión y volvió a en— cerrar en el Sagrario al Rey de los corazones; yo no: puedo explicar lo que mi corazón sentía en dicho mo- mento. Durante el día, todo mi afán era preparar hostias para el otro dia; así lo hice; puse el otro copón, pero... ¡qué sorpresa al ver que el señor capellán las volvió sin