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CAPITULO XV DESPUES DE LA MUERTE La vida transcendente. Oliendo a nardos. Opinión de santidad.. Sangre fresca. Teorías sobre la muerte real o aparente. Fenómenos fisiológicos. Expectación del público. Ordenes prudentes.. Cumplimiento de pronósticos. I Al trazar este humilde bosquejo histórico de la admi- rable Sierva de Dios, Sor María Ana de Jesús, teníamos: presente aquel dístico de Lelille: «La verdad más divina no es aquella que se ve, sino la que se adivina.» Los hechos que nos han servido como de hilos de luz para tejer los precedentes capítulos, son nada más algu- nos de los que quiso el cielo se descubriesen en ella, transparentándose en ellos su hermoso interior, cuyas bellezas quedarán ocultas hasta que llegue la hora de la resurrección... Durante los cinco años de vida religiosa dió margen para que se dijese de ella: ¿n brevi explevit tempora multa. Años llenos, cargados de cosecha divi ER a o A O. y JERS dr AZ dd da