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PP ii CAPITULO 1 DESBROZANDO EL CAMINO La generación espiritual seráfica. Quién era Sor María Ana. 'La herencia patológica. Los fenómenos histéricos. El "yo normal” de la Sierva de Dios. I Asís parece otro Belén; aun existe el establo conver= tido en capilla, conocida vulgarmente por $, Francisco ¿l Piccolo (S. Francisquito). Sobre una puerta se lee la siguiente inscripción: Hoc oratorium fuit bovis et asini stabulum=in quo natus est Franciscus mundi specu= lum. Fué este oratorio establo de buey y de jumento; en él nació Francisco, espejo del mundo, La semejanza del seráfico Padre con Jesucristo fué tan admirable que ni le faltaron profetas, como el abad Joaquín, ni precursores, como aquel buen hombre de pueblo que recorría las plazas gritando: Pax et bonum, Paz y bien. La generación espiritual del seráfico Patriarca ha su- perado todo número. Como un segundo Cristo (Cristo sin Divinidad, como lo calificó el poeta Lope de Vega), arranca de él una restauración de las cosas y de las ideas, que le mereció el sobrenombre de nuevo Reden- i i 4 | ! 1 p