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CAPITULO XX FULGORES DE FE La base de lo sobrenatural. La infusión de la te. En la pagoda china. Ardor de mártires. Apoyo de virtudes. Recelos e inquietudes. Libre de pecado. Bordeando peligros. Doctrinas de pseudo-mística. Hermosa contestación. El reino de la razón. El reino de la fte. I Indudablemente, es preciso entrar por esta puerta en el gran templo de la santidad. Base de lo sobrenatural, sobre ella descansa y se levanta la gran fábrica del alma en sus amorosos arrebatos y ascensiones dolorosas hacia la cima de la perfección. En medio de un siglo de incrédulos, Dios suscita estos luminosos faros de la espiritualidad, que alumbran todos los caminos por medio de una fe asombrosa y heroica, inconmovible y jamás alterada en ningún momento de la vida. No es la fe de los históricos, sugestionados o te- lépatas; es la fe de los hijos de Dios, que todo lo arros- tran y empeñan por defenderla y hacerla victoriosa. No pensemos, sin embargo, que todo lo que se relata de los Santos merece la fe del carbonero. «Un sacerdote