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94 LA PERLA DE LA HABANA colección patrística ('). En la edad media estaba muy generalizado este funesto ejercicio y recientemente (1847) se renovó con brío y coraje desde la familia Fox en Hydesville. ¿Quién no ha leído la historia del espiri- tismo moderno? Correa como indubitables entre gente muy entendida, de libro en libro, de Revista en Revista, los fenómenos del espiritismo tiptológico (*), como los del espiritismo protológico (*), espiritismo ¿nvadens (*). Co- rre como verídica históricamente la presencia de los es- piritus ala vista de los espectadores. Se admito la farsa del espiritismo materializado, porque se prestan al tacto físico y al examen, porque se les ve andar, sonar instru- mentos hasta los que no existen; se habla de reencarna- ciones espiritistas; se habla de sesiones de noche y sin luz, y ahora también con luz eléctrica; se habla de mesas rotantes, de tablas volantes; hasta ocurre tomar imáge- nes fotográficasde apariciones espiritistas. Por otra parte, el satanismo es un hecho constatado en toda la literatura, desde la remota hasta la reciente y flamante, y ha llegado a formar una religión con su doctrina de la trinidad uni- versal, principio de toda existencia, y con su odio a Dios como principal capítulo. ¿Y en esta época de tanta in- fluencia espiritista nos vamos a sorprender de que existan algunas manifestaciones diabólicas con carácter de per- secución contra las almas que quieren servir o sirven con tanta pureza a Dios? (t) Lactancio, 8. Hilario, Tertul. apología. (2) Respuestas por percusión. (*) Respuestas por escrituras o signos. (4) Porque el espíritu invade el medium y por él obra como con instrumento,