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a 64 PUREZA DE ALMA mortificaciones y cruz... Estas manifestacio- nes espontáneas de su alma, nos llevan hasta los linderos de una vida encumbrada que se conoce con el nombre de vida de unión y que pertenece a la zona mística donde viven los santos en un trato íntimo con Dios. Volviendo al tema de la pureza de su alma, bien podemos afirmar que Margarita antes de mer-- cer esta unión, tuvo que pasar por algo y algos de lo que en la teología mística se llama purga- ciones pasivas, noche de sentido y aún de es- AAA A píritu! En lo que respecta a la conservación de su alma en la integridad virginal debemos repetir aquí, que habiéndola confesado durante varios A 1 4 e . años consecutivos y teniendo en nuestras manos AA AÑ AAA las llaves de su conciencia en aquella edad más florida y hermosa de la joven, no sabemos que cometiese jamás un pecado que le apartara de Dios y que mantenía blanca y pura la estela de su inocencia aún en medio de sus luchas. No es posible llevar en la vida terrenal una conducta del todo absolutamente inmune de de- ficiencias, pues como afirma San Gregorio: “Sin darnos cuenta estamos sujetos a vanidad”; pera Margarita, enamorada de la pureza del alma, te- : nía la casta costumbre de bañarse constantemen- te en la sangre limpiadora del Cordero Divino, reclamando para ella el sentido del Real vate de los salmos: “amplius lava me”.