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HU 3.2 Encierra observaciones atinadisimas para aquellas madres que, distraidas, o dominadas por la frivolidad, cuando no esclavas de una licencia punible, ninguna cuenta hacen de ajustarse a la sagrada y muy grave obligación que les incumbe de alimentar a sus hijos con la leche de la buena doctrina; plantar en sus corazones el menospre cio del mundo y la afición a lo bueno; educarlos, en una palabra, para el cielo, con persuasivas ex hortaciones y, sobre todo, con la lección del buen ejemplo. Otro mérito se descubre también en el libro examinado. Las penitencias o mortificaciones asombrosas, las adversidades no comunes y los hechos milagrosos que ordinariamente se narran en las vidas de los santos, son excelentes desper tadores de la inclinación a ellas, facilitan la tarea del escritor y grandemente contribuyen a asegu rar el éxito de la obra. Pero cata que nada de lo dicho tuvo lugar en Margarita: ningún aparato exterior ni sobrenaturales acontecimientos le acompañaron: su vida se deslizó en sosegada paz, suave y silenciosamente en la intimidad de la fa milia, sin dar muestras especiales del incendio de amor que, atizado y agigantado de continuo con el divino soplo de Jesús, ardía en su corazón: toda la gloria, toda la hermosura, la inmensa cla ridad y los primores todos de esta hija del Rey estaban concentrados y encubiertos en su alma; allí fabricó el Señor un gratísimo aposento donde