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Ire lean y i | rara Y 24 EDUCACIÓN os de cierto es que la madre de nuestra bio- bem grafiada jamás pensó en formarla para el mun- do... De ahí que Margarita no conociera otro mundo que el religioso. ¿Noñeces?... No... Muchos padres, por alcanzar una buena colo- olvidan la primera co- Grandeza de alma... cación para sus hijos... locación... la de cristiano ... el alma. ¿En qué forma fué educada Margarita ? Hemos sugerido la idea de un hogar ejemplar donde ardian dos llamas: la de la virtud y la de la nobleza. Jamás ni en un gesto ni en una pala- bra de la piadosa y noble señora pudo ver Mar- garita algo que desdijese de los atributos de re- ligión o de honradez. Aquella mujer había sabi- do fundir en un proceder elevado las dos carac- terísticas, Margarita aprendió que la verdadera nobleza arranca del alma y que los títulos patrimónicos no lucen sobre una conducta menos digna. Que las coronas y escudos humanos valen lo que vale el mérito con que se llevan. Que la nobleza que se arrastra y no se lleva con dignidad, no merece respeto alguno... y que finalmente, estaba sobre toda alcurnia, dignidad y mérito temporal el de ser hijos de Dios y herederos del cielo por gra- cia de N. $. Jesucristo. A este respecto recordaremos un nuevo de- talle.