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FLOR DE AZUCENA 15 con voz clara y mente serena pronunció ella mis- ma la fórmula de esta consagración, dejando en los circunstantes verdadero estupor. ¿Qué niña a esa edad está capacitada: para en- tender siquiera lo que es un acto de consagra ción ? Una luz inexplicable que brotaba de su inte rior ponía diafanidad en sus ojos. Margarita tenía unos ojos negros y claros, en cuya trasparente superficie se reflejaba un mun do extraño; parecía que todo lo que veía le mi raba con un perpetuo asombro. La simplicidad mística que es transparencia del alma,.es la que ponía en aquellos ojos obs curos y luminosos misterios del espíritu. El corazón de la niña completamente abierto a las inspiraciones del cielo recogía todas las im presiones buenas. De ahí que, a los solos 3 años pudiese ella pro nunciar con pleno conocimiento aquella consa gración que fué desde entonces definitiva, pues yo que la dirigí varios años puedo asegurar no haber advertido jamás sombra o figura de pe cado mortal. De modo y manera que se puede tener por se guro que nunca perdió la inocencia bautismal con pecado grave consciente. Su mente como una cinta toda extendida se impresionaba taciimente con las esc enas espiri KE

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