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FLOR DE AZUCENA 241 Fuese providencial o fuese casual, debemos consignar aquí un detalle edificante. Solía guardar Margarita sobre su corazón un escrito secreto ... Para dormir se lo colocaba de- bajo de la imagen -de la Inmaculada. El día del Viático, el Santísimo se posó encima de aquel es- crito. Después de muerta, se abrió el escrito re- servado y tan cautelosamente guardado por ella: era un poema del alma, firmado con su propia sangre el 17 de abril de 1917, época de intensas penas de espíritu para ella. En ese escrito, que es largo de copiar, decía entre otras cosas: “Señor, cuando me vea en tempestad deshecha “* y sienta las pasiones rugir fuertes en mí, entonces los latidos que dan vida a mi pecho, * Jesús, quieren decirte lo que ahora escribo aquí. Prueba de que el espíritu de Margarita no triunfó sin lucha. No era flor sin contrariedades acerbas y cierzos y vendabales de tentaciones. “Si en medio de mis luchas las fuerzás ya me . [ faltan y con horrible instancia me atrae vil placer, Jesús ¡ay! a mis ojos las lágrimas ya saltan! Te ruego que me ampares en tanto padecer. Jamás querré ofenderte, es mi anhelo sincero, Jesús del alma mía, tú mis angustias ves. “6 ”. Morirme, Señor mío, mil veces yo prefiero