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FLOR DE AZUCENA 235 de Archicofradia por Benedicto.XV. En la hora en que escribimos estas páginas la Archicofradía tiene cerca de un millón de inscritos con un millar de centros en todo el mundo. La vida de Margarita en Madrid, en esa opu- lenta Corte de los Reyes de España no varió en un ápice, antes acreció en quilates de espirituali- dad. Quería más perfección. Comprendía dema- siado la diferencia entre las almas fervorosas y perfectas. “Proximus sed longo proximus inter- vallo”. En las primeras hay más hervor que fir- meza, más sinceridad de sentimiento para la ab- negación total que realidad y verdad en la prác- tica constante de esa misma renuncia absoluta. En uno de mis encuentros con ella en Madrid me significó encarecidamente que deseaba agra- dar a Dios por todas las jóvenes que no lo hacen o le ofenden, que para eso no se contentaba con aspiraciones y elevadas miras de perfección, sino que ansiaba la perfección. Le di algunos medios para adquirir esa perfección, ascendiendo del es- tado de fervor a la vida perfecta, pero la máxima fundamental fué ésta: “Entrégate todo a Dios y Dios se dará todo a ti, renuncia a tu voluntad por la suya y Dios hará la tuya” y como San Ignacio escribiendo a San Francisco de Borja, le indu- cíamos a esforzarse por conseguir del divino Maestro sus dones sagrados... Le recomenda- mos la lectura asidua de la práctica del amor de Dios de San Francisco de Sales.