BCCPAM000R09-1-03000000000000

220 LA MADRE DEL AMOR HERMOSO “* no pensar mal, siendo toda de todos y ayudán- “* dolos dulcemente. También 72 actos de caridad cada día. “Me pondré un ceñidor de amor de Dios con frecuentes jaculatorios y actos de amor divino. Ofreceré a Nuestro Señor todas las cosas por amor, aun cuando me cuesten mucho, 300 actos. “Me haré una corona de comuniones espiritua- les y de flores de azucenas de pureza. Rosas de amor; claveles de mortificación, violetas de hu- mildad, cinamono de respeto en la iglesia. Alhe- líes de paciencia, heliotropo de obediencia, jaz- mín de modestia, azahar de presencia de Dios, hierbas de olor de virtudes pequeñas...” En estas ofrendas era Margarita muy cuida- dosa y hasta a veces escrupulosa. Ello prueba lo firme y acendrado de su devoción y el espíritu sobrenatural cón que no sólo bordaba sino que empapaba su sentimiento poético y emocional. En la misma carta a que acabamos de referir- nos ponía este pensamiento que nos agradó enor- memente: “La Virgen es fuente de toda abnegación, es por su pureza y su misión maternal, escala del cielo y la verdadera puerta del paraíso. Yo le canto con el alma abierta a la esperanza que me conforta, pero mucho más le canto por me-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz