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FLOR DE AZUCENA 213 no responde a la verdad histórica respecto a la correa, que ya la usaba cuando nosotros la cono- cimos por el año 1904. Acaso hizo otro viaje de niña? También podría ser regalo enviado por las monjitas antes que hubiese visitado Margarita la tumba de la mística doctora. Ello es accidental para el caso, pues la verdad es que ceñía su hábi- to del Carmen con-la correa dicha desde que se puso de largo que tal vez fuese en 1904, De niña también hacía de camarera de la Vir- gen en el colegio de Vigo cuidando con gran ca- riño del altar de la Inmaculada. Tenía verdadera ilusión en preparar su altar con lo mejor que en- contraba, con las flores más delicadas, y cuando se acercaba su fiesta nada encontraba que fuera totalmente de su'agrado para el arreglo del altar. Con referencia a la medalla de Hija de María que a los 7 años pusieron sobre su fecha, dice ella : "Tras breves oraciones pendiente de mi cuello pusieron la medalla, que siempre tanto amé. Sobre mi amante pecho la tuve como sello diciendo: ¡ Madre mía! Jamás te olvidaré. Cuando asomaban sus botones henchidos de savia y de color las rosas de mayo, Margarita gustaba de asociar a su mente las múltiples ma- nifestaciones de amor que el mundo católico tri- butaba'a la madre del amor hermoso, y pedía a