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210 LA MADRE DEL AMOR HERMOSO madre mil veces bendita del más hermoso de los hijos de los hombres?” Todo es poesía en Margarita; no es de extra- ñar que el amor a la Inmaculada, tomará en ella forma de un idilio del corazón. Escuchemos un trozo de su estro fluído y na- turalmente bello: “Más hermosa que la fresca y transparente gota de rocío en el cáliz del blanco y purísimo lirio es tu pureza hermosa a los ojos de Dios. Todo parece decir a mi oído tu dulce nombre, Madre mía. Si paseo por un prado y la suave brisa mece dulcemente los tallos de las flores juntando una con otra como dándose un tierno beso, parecen decirme: “Piensa en María”. Si contemplo el anchuroso mar, batiendo tran- quilamente sus olas, arrastrando en pos de sí débiles arenillas, su murmullo, al rizarse, dice a mi oido: “Piensa en María”. Si en un bosque silencioso oigo bellísimos trinos, dicen a mi oido: “María”; todo me habla de ti, todo a ti me recuerda; los sonrosados tintes de las rosas me traen a la mente el hermoso carmín de tus purísimos labios. Si aspiro el aroma de un cán- dido lirio me recuerdo tu suavísimo aliento: pero ¿cómo Virgen purísima compararte con lirios y rosas si tú eres el lirio de los valles y en tu cáliz se posó cual gota de rocío el don de cielos y tierra? Tú la escogida de toda la eter- nidad para ser hija predilecta del Padre, la ma-