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FLOR DE AZUCENA 163 Por Jesús quiero sufrir, como víctima de [amor abrasando el alma mia, del santo fuego el ardor. Que sea mi vida amor, amor y reparación a mi Dios sacramentado, de quien es mi corazón. En otro momento de efusión volverá a cantar: Jesús bien del alma mía, ¿Tú con espinas y [cruz?... Yo también voy a seguirte entre espinas mi Jesús. Que te gustan las almas espinadas, un día a ti [te oí por esto oh Jesús mío yo deseo, espinarme por ti. Con tan ardientes anhelos creyó sinceramente que debía sacrificarse por entero en absoluto, y consagrarse al amor y a la reparación. No deja- ban de ocurrirsele dificultades, sobre todo, el de- jar a su mamá que era su “media alma”. Sin embargo, resuelta y firme en su ideal, ex- clama: “si sangra el corazón por mis heridas, si muere de dolor, no importa Jesús mío, si tú lo quieres contento está mi amor”, Las luchas de esta hora acerada para el cora- zón fueron terribles. Eran luchas secretas, escon- didas en el alma... pero que hacían verter sangre del corazón. 12 7 E j po