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162 SU ESCALITA base pusieron aquellas dos almas que compren- dieron toda la hermosura de nuestro pensamiento, Desde el primer momento se prestaron con toda voluntad a hacer lo que fuera posible para el es- tablecimiento de la obra cuyo Centro General hu- bimos de asentar más tarde en Zaragoza buscan- do un temperamento más propicio y una direc- ción más desembarazada para el desarrollo de los coros que gracias, a Dios, van realizando los ideales de amor y reparación que aparecen como básicos en el Reglamento. Conmemoración agra- decida y Reparación amorosa. Lo primero se realiza por medio de las comuniones conmemora- tivas duodenarias y lo segundo por medio de la Hora Santa vespertina. Todavía nos emociona hondamente aquella sencilla y entusiasta colabo- ración de las primeras fundadoras que formaban el grupo de amigas de la condesa y de Margarita. Doña Enriqueta Franco, doña Nieves Franco, señorita Aurea Lueiro, Matilde Gutiérrez, Elena Lueiro, etc., etc... Viniendo a nuestro propósito hemos de decla- rar que los ideales de amor y reparación entraron a formar como parte substancial de la vida es- piritual de Margarita. De ahí que poco a poco fuera abriéndose en su alma el ideal del Instituto de María Reparadora. Así exclamará: